Esta crisis me angustia mas que tiempo,
es una crisis que no se acaba,
que te araña todo sin explicarte nada.
A tantos sueños te mueres sin destino
esta vida que no se va y que nada en mi se para,
es una crisis acumulada
que deje hace tiempo de soportarla,
es de un tamaño tan grande que me aplasta.
En mi camino dejo un sincero epitafio:
cuando un sol brillante en mi se desbaratada
es lo mismo el dolor o el amor...
mi suerte quedo en la encrucijada.
Busco que vuelva el sonido de la razón
y solo encuentro a ese infinito infiel,
idolatrado ser que sigue buscando tu perdón
aunque el recuerdo inyecte hiel.
Maldigo el orgullo mas allá de lo fingido,
a ese niño hecho hombre, a ese ser pasivo,
a la tristeza por ignorar tu cariño,
por no saber andar el agreste camino.
Me quedo sin fuerzas para sentir,
solo deseo permanecer en la inconsciencia
y esconderme entre las sabanas de mis vergüenzas,
odiar mi estupidez, maldita indiferencia.
Desdeño la elegancia de los gruñidos,
la esencia estéril de destinos vacíos
pues ya es bastante insultante
ser hombre y vivir perdido.
Me engaño a mi manera porque puedo,
el deshielo del alma en mi desgana,
la poesía viaja en una oscura palancana,
la verdad del pasado se esfumó como un pedo.
Afilo mi lengua, ¿tienes miedo?
pinchare mis ideas en una estaca,
el presente es una losa de verdad opaca,
mis leyendas son sacudidas como puedo.
Me quedo siempre con la risa
que provoca el gusto de una desnuda camisa
porque el cuello lo pudren las corbatas.
Me oculto en la brisa de la poesía
cuando escribo notas y notas vacías para el día
en la línea que dibuja un abrelatas.
Tu que te has convertido en mi historia,
que al llegar a mi alma se apretaron mis entrañas,
que llevo tras de mi un reguero de tu sombra,
que al dormir comprendo que es la gloria.
Repartes tu corazón entre dos tierras,
donde el amor ya no es solo de primavera,
tan apasionada como una hermosa leyenda,
cuando en tus dudas no entran las guerras.
Eres origen de la esperanza y del viento,
la clave de mis deseos están dentro de tu cuerpo,
tan fuerte como los brazos de Morfeo,
tan llena de vida que todo frente a mi, resplandece.
Solo quiero dejar escrito lo que pasa,
sin tapujos, con erratas,
describiendo cada línea de la vida , sin conciencia,
cada línea que separa la línea de los genios
a la de los parias.
Me quedo con la miseria del pensamiento torcido,
con el ángel caído, con mi alma.
mi escritura no grita, solo calla,
no se donde quedara escrito,
pero en este momento de gloria
escribo en un blog de notas,
mañana es posible que lo leas
en la línea de los rabos de las ratas.
Solo el dolor envejece mas que el tiempo,
ese dolor que no se acaba,
que te duele todo sin dolerte nada,
porque a tantos días de dolor se muere uno,
ni la vida se va ni el corazón se para,
es el dolor acumulado,
es ese dolor que cuando no lo soportas te aplasta.
Mi suerte será un buen epitafio:
Cuando una calle bajo el sol cruzaba,
de dolor o de amor es lo mismo,
mi suerte murió desbaratada.
Tuve un sueño hace ya algún tiempo,
cuando tenia esperanzas y
valía la pena vivir sin asperezas.
Soñaba que el amor no moriría,
soñaba que Dios nos perdonaría,
entonces era joven y miedo no tenia,
los sueños surgían,
se usaban y se perdían,
no había que pagar rescates,
no había poesía sin escribir
ni malas melodías.
Pero las pesadillas llegaron de noche
con sus voces de trueno
destrozando la esperanza y la alegría,
convirtiendo los sueños en vergüenza y
ahogando en sudores la agonía,
con ella vivir para siempre.
Pensé que hay sueños que no pueden realizarse
y tormentas que no cesan.
Soñé que que mi vida seria distinta
a este infierno que vivía
hasta que llegaste y contigo la alegría.
